Me desperté, estiré la mano para agarrar el borde de la sábana y cubrirme completamente con ella, formando algo que desde afuera puede haber sido visto como un paquete. Y dije para mis adentros: "¡No voy a salir nunca de acá!"
Homero, vístete para ir a la iglesia...
este día, hace 1 año