locutorio
estaba ayer en la cabina de un locutorio hablando por teléfono y en un momento el espejo se transformó en un blindex tras el cual estaba yo mismo, con una mano sosteniendo el teléfono y la otra apoyada sobre el vidrio y me decía a mi mismo "no quiero morir, no quiero morir!", y yo entendía, y lloraba conmigo mismo, "no quiero morir" lo repetíamos juntos, con la vista apuntando hacia abajo, condenado a muerte por un crimen que no cometí
la próxima vez que vaya a hablar voy a llevar una torta con una sierra adentro