Berlín, 28 feb (EFE).- Regine Wachsmuth, una astróloga de Berlín, amenaza con echar por tierra las reglas del horóscopo al asegurar que a nadie le corresponde el signo que cree, ya que el reparto tradicional de astros quedó desfasado hace dos mil años.

Quienes toda su vida han consultado el apartado "tauro" para saber qué les depara la jornada en cuestiones de salud, dinero y amor, tendrían que haberse mirado en realidad la casilla de "aries", mientras que los "virgo" les corresponde el fogoso signo "leo".
Esa enos, la teoría difundida porfesora Wachsmuth, quien ha desatado ena una "guerra de las estrellas" entre los astrólogos que periódicamente publican sus pronósticos en los medios de todo el país.
Según Wachsmuth, el reparto tradicional de signos, basado en el sistema de los vedas indios de hace 6.000 años, dejó de ser actual para el mundo occidental hace por lo menos dos milenios.
Los signos del horóscopo se han "desplazado", de manera que a cada uno le corresponde el símbolo inmediatamente anterior al hasta ahora asignado.
La revolución astral de la profesora centra desde hace dos días la portada del popular diario "Bild", el más leído de Europa, y ha desatado reacciones encontradas entre los profesionales del sector.
Expertos con veinte años de experiencia, como J~rgen Hoppmann y Gabriele Hirsch, califican esa teoría de "palabrerías" y argumentan que, con o sin desplazamiento asus pronósticoonan porque se basan en la observación científica del firmamento.
"Bild" complementa las opiniones de los contrariados astrólogos con las de algunos ciudadanos, como una estudiante de 27 años, quien de repente se siente identificada con su nuevo signo, tauro, tras años de luchar contra el estigma del que le estaba asignado, géminis.