Buenos Aires, 6 mar (EFE).- Zulemita Menem, hija del ex presidente argentino Carlos Menem, está pensando en casarse con su nuevo novio, el puertorriqueño Carlos Calderín, quien se gana la vida como entrenador personal, según informa la revista "Caras".

En su último número, el semanario argentino publica fotos de la pareja en Miami, el lugar elegido por Zulema María Eva, de 31 años, para instalar su residencia después de abandonar Argentina, donde residen su padre y su nueva esposa, la chilena Cecilia Bolocco, con quienes no se trata y a cuya boda ni siquiera asistió.
"Caras" define a Calderín, de 30 años, como "puertorriqueño, alto, de músculos bien marcados y rasgos latinos", y explica que Zulemita le conoció en un gimnasio, donde él trabaja como entrenador personal a razón de 60 dólares por hora.
El semanario cuenta cómo pasa el día Zulemita entre paseos en bicicleta, sesiones de bronceado, comidas y cenas en restaurantes y visitas a centros comerciales para engrosar su colección de ropa de marca.
Según una empleada de uno de los centros comerciales más selectos de Miami, en lo que va de 2002 "lleva gastados más de 500.000 dólares en prendas".
Pese a su alejamiento de Argentina, Zulemita, que vive en un "penthouse" en un lujoso edificio de Miami, no ha logrado evadirse del todo de la realidad de su país, según relata "Caras".
Como les ha ocurrido a numerosos políticos argentinos en los últimos tiempos, la hija de Menem fue insultada en la calle por ciudadanos comunes y corrientes.
"Hace quince días tres turistas argentinas que se cruzaron con Zulemita cuando atravesaba el shopping (centro comercial) con dos bolsas de Versace y Armani en las manos comenzaron a insultarla. Le dijeron de todo, fue un papelón", señaló una empleada a "Caras".
Pese a este episodio frecuente en la Argentina en crisis, Zulemita está feliz con su novio y frecuenta con él restaurantes argentinos y uruguayos, como "Las Vacas Gordas", donde estuvo el pasado jueves.
Las fotografías que publica "Caras" fueron tomadas el domingo pasado en una estación de servicio, donde la pareja llenó el tanque de su "cuatro por cuatro" y se vio a Zulemita "bronceada, delgada y sumamente feliz", además de con los labios más gruesos, pues, señala el semanario, "se puso colágeno".