Roma, 3 may (EFE).- Los cinturones de castidad vuelven a estar solicitados siglos después de su invención, al menos así lo demuestra el incremento de la demanda que ha experimentado una empresa dedicada a su fabricación en Gubbio (centro de Italia).
El director de esta empresa, Giuseppe Acacia, que produce esta singular pieza desde hace más de 30 años junto a otros objetos de la Edad Media, asegura que su comercialización se ha multiplicado inesperadamente en los últimos meses.
"Producimos cinturones para Nueva York, Pekín, Londres o París, y desde hace un tiempo su comercialización ha experimentado una notable subida ya que en un año podemos llegar a vender entre 800 y 1.000 piezas", explicó Acacia.
El precio medio de este cinturón de hierro, usado históricamente para preservar la fidelidad de las mujeres cuando los hombres iban a la guerra, se sitúa en los 113 euros (unos 101 dólares).
Existe también la versión masculina, cuyo uso se destinaba a los monjes en los conventos para evitar actos impuros, al precio de 130 euros (unos 117 dólares).
La finalidad de su adquisición puede ser muy variada: coleccionismo, decoración, una simple broma, utilización en producciones televisivas y cinematográficas.