Pekín, 30 jul (EFE).- El dependiente de una tienda de comestibles en la provincia meridional china de Hunan mantuvo encerrada a su mujer en una habitación durante doce años, después de que diera muestras de locura y no pudiera pagar su tratamiento psiquiátrico, informa hoy la prensa local.
Yu Ronggyi, residente en Changsha (capital provincial), liberó a su mujer de su confinamiento y la sacó a pasear hace unas semanas por primera vez desde enero de 1991, indica el diario "South China Morning Post".
Según Yu, que encerró a su mujer de 36 años de edad en una pequeña habitación de su apartamento, "ésta perdió la cordura, sin razón aparente, poco después de dar a luz a su único hijo en 1990".
"Cuando se volvió loca comenzó a gritar a los vecinos. Para evitar que les atacara o se hiciera daño a sí misma, me vi obligado a encerrarla bajo llave", alegó.
Las dificultades económicas fueron la principal razón que llevó a Yu a tomar tan drástica decisión. "Nunca pude entender la razón de su locura. Intenté, sin éxito, reunir el dinero para ingresarla en un hospital. Así que tuve que recluirla", relató.
Yu perdió en 1995 su puesto de trabajo en una fábrica de electrodomésticos y nunca llegó a recibir la prometida indemnización, por lo que a duras penas ha mantenido a su mujer e hijo con 550 yuanes al mes (65 dólares) durante todos estos años.
"Mientras la salud me acompañe, la cuidaré y protegeré como si me fuera la vida en ello. Nunca me divorciaré de ella e intentaré ser un buen padre de familia para nuestro hijo", insistió.
Su hijo está considerado uno de los mejores estudiantes de la clase y no presenta problemas psicológicos vinculados con la enfermedad de su madre, aunque su padre teme que "si no puedo pagarle los estudios de secundaria, no sé que será de él".
El Departamento Público de Seguridad de Changsha comentó sobre este caso que, "si una persona recibe todos los cuidados por parte de sus familiares -dado que la enfermedad parece incurable- no es un asunto de nuestra incumbencia, sino de ellos".