Pekín, 2 ago (EFE).- La actual exposición del pintor español Salvador Dalí que se presenta en Pekín muestra estos días a los habitantes de la capital china la obra del "genio de Figueras", pero también enseña aspectos casi desconocidos del autor, como el hecho de que se inspiró en Mao a la hora de realizar algunas de sus obras.
Los organizadores han aprovechado que la exposición se celebra en China para mostrar una colección que frente a los retratos de Gala o los Relojes Blandos es mucho más desconocida, pero que seguramente llamará más la atención de los pequineses: seis ilustraciones basadas en poemas escritos por Mao Zedong.
Aunque han despertado mucho interés entre los visitantes, muchos de ellos han afirmado que no ven relación alguna entre las "reverenciadas palabras" del Gran Timonel, estudiadas en la escuela por los jóvenes de varias generaciones, y los grabados abstractos que pueden admirarse en la muestra.
Sin embargo, el responsable de la exposición que acoge estos días el Museo del Monumento al Milenio, Wang Yudong, explicó en declaraciones que recoge el diario "South China Morning Post" que hay más relación entre Dalí y Mao de lo que la gente cree.
Los dos poemas del líder chino ilustrados por Dalí son uno que el Gran Timonel dedicó a una de sus esposas tras la muerte de ésta, y otro que bajo el título de "Nieve" señalaba que los antiguos emperadores no eran nada comparados con los nuevos héroes de la República Popular China, la "Nueva China".
En este país ha sido habitual que los líderes políticos escribieran poemas: lo hicieron los antiguos emperadores de la China tradicional, Mao retomó la idea y el actual presidente, Jiang Zemin, también ha demostrado sus habilidades como poeta.
El "South China Morning Post" relata que Pierre Argillet, amigo de Dalí, convenció al pintor para que realizara estas obras inspiradas en Mao en 1967, cuando triunfaba en China la Revolución Cultural y muchos intelectuales occidentales se entusiasmaron con un proceso político que acabó siendo un fracaso.
Pero en los primeros años fue admirada por estos intelectuales, tan es así que la capacidad artística e intelectual de Mao fue comparada en aquella obra con la de Goethe o Apollinaire, escritores en los que Dalí también se inspiró para realizar algunos de sus grabados.
Dalí fue también autor en 1972 de un "Autorretrato" en el que un busto de Mao aparece con la cara de Marilyn sobreimpresionada.
"Siendo honestos, creo que los chinos o están preparados para ver esta obra, van a verla como algo irreverente", admitió Wang, aunque explicó que el pintor quiso con este trabajo manifestar su aprecio por el Gran Timonel y simbolizar que Oriente y Occidente podían converger con armonía en una sola imagen.