VIGO, España, Ago 21 (AFP) - Científicos españoles emprenderán por enésima vez el próximo 9 de septiembre una expedición en costas del noreste de España en busca del architeuthis, un calamar gigante que habita en las profundidades marinas y que de momento nadie logró filmar con vida.
La búsqueda se efectuará en aguas del mar Cantábrico (norte) porque ya arrojaron segmentos de cadáveres de calamar gigante, explicó este martes el director del proyecto, Fernando González Sitges, durante una conferencia de prensa en Vigo (noroeste de España).
Equipos estadounidenses, británicos, franceses o australianos ya exploraron en vano las costas de Nueva Zelanda e incluso las aguas de una playa australiana donde se encontró hace un mes encallado uno de los mayores ejemplares de calamar gigante vistos hasta la actualidad, de 200 kilos de peso.
Nadie pudo observar un calamar gigante en su hábitat, entre 300 y 1.500 metros de profundidad, de modo que los científicos desconocen su comportamiento social o reproductor, las variedades existentes de ese molusco carnívoro gigante e incluso el tiempo que vive.
Esta ignorancia sigue alimentando el mito. Los escritos de pescadores noruegos del siglo XII ya hacen referencia a Kraken, el monstruo legendario que según decían era capaz de agarrar un barco entre sus inmensos tentáculos y hundirlo.
El propio Jules Verne se inspiró en él para la criatura que ataca al capitán Nemo en las "20.000 leguas de viaje submarino".
Recientemente, se fue desmitificando la imagen que se tiene del calamar gigante pero se sigue creyendo, basándose en testimonios, que puede atacar a los barcos al confundirlos con una de sus presas, el cachalote.
De hasta 30 metros de largo, está dotado de tentáculos que pueden llegar a medir 15 metros y de una boca capaz de romper un cable de acero, pero carece de tinta, inútil en la penumbra de las profundidades, que escruta con sus enormes ojos verdes, del tamaño de una cabeza humana.
Los 25 miembros del "Proyecto Kraken", promovido por una sociedad de producción documental Transglobe Films y apoyado por el ministerio español de ciencia y varios museos, se dieron quince días de plazo para explorar una zona situada a 40 millas náuticas al norte de Gijón.
A diferencia de una expedición reciente en Nueva Zelanda del Smithsonian Institute de Washington, los científicos españoles no utilizarán submarinos para no espantar al calamar. Optaron en cambio por una nueva táctica que consiste en hacer bajar tres cámaras unidas por fibra óptica con su navío oceanográfico, que se moverá continuamente.
Además, lanzarán una tonelada de cebos orgánicos, electrónicos y luminosos con el fin de despertar la curiosidad del calamar gigante.
Publicado por lestat el 21 de Agosto a las 01:21 PM