París, 3 sep (EFE).- La policía vigila una casa en Nantes, donde se han enclaustrado seis personas convencidas de que el fin del mundo llegará el próximo 24 de octubre, y teme un suicidio colectivo como los protagonizados por miembros del Templo Solar.
El cabecilla del grupo, Arnaud Mussy, de 36 años, lleva un mes y medio encerrado en la casa de la esposa de su padre, Veronique, con ésta, su hermano gemelo y otros tres hombres de unos treinta años.
La casa, situada en un barrio de Nantes (noroeste de Francia), está continuamente vigilada por la policía, que no puede actuar sin orden judicial.
Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Mussy, quien creó la asociación Néo-Phare en 2001, predijo el fin del mundo para enero de 2002, pero como entonces no tuvo lugar cambió de fecha y, al parecer, acusó a uno de los miembros de su grupo de tener la culpa de que no se hubiese producido por no haber rezado bastante.
Este último se suicidó el 14 de julio pasado arrojándose a las ruedas de un automóvil.
Otros dos ex miembros del grupo, que llegó a tener hasta una veintena de seguidores, protagonizaron dos tentativas de suicidio.
No obstante, en declaraciones al vespertino "Le Monde", Mussy afirmó que no son una secta y que el "suicidio no es la salida".
El hombre, que reconoce una pasión especial por el cine, bautizó su grupo con el nombre de Neo, en homenaje al protagonista de la película "Matrix", y Pharo, en alusión a otra asociación fundada por su "maestro" André Bouguénec, un especialista en cábalas y numerología, fallecido en 1997.