Viena, 5 feb (EFE).- La actriz estadounidense Pamela Anderson, invitada al Baile de la Opera de Viena por el empresario austríaco de la construcción Richard Lugner, impuso a su anfitrión un menú de espinacas porque no tolera que se coma carne en su presencia.
Según comunicaron hoy fuentes allegadas a Lugner, éste tendrá que renunciar a la carne en el tradicional y elegante baile que se celebrará el próximo 27 de febrero.
El plato de espinacas al que tendrá que atenerse ha sido analizado y aprobado por una organización de protección del medio ambiente, sostienen las mismas fuentes.
Además, se afirma que Anderson llegará con Dan Matthews, jefe de la organización Personas por un Trato Etico a los Animales (PETA), con unas reglas muy estrictas, que prohíbe a sus miembros el consumo de cualquier producto que venga de animales, incluso la leche, la miel y los huevos, y también rechaza los deportes que usan pelotas de piel, como por ejemplo, el fútbol.
Algunos amigos han advertido a Lugner que les parece sumamente peligrosa la participación de miembros de ese grupo en el baile, al que las señoras suelen acudir con abrigos, capas, chaquetas, sombreros y estolas de piel.
PETA, que utiliza originales métodos de protesta para captar la atención, es la mayor organización mundial de defensa de los derechos de los animales, con más de 750.000 miembros y patrocinadores y oficinas en EEUU, el Reino Unido, Alemania y la India.
Está previsto que Anderson presente en el centro comercial que Lugner posee en Viena un cartel en el que aparece ella vestida con un biquini hecho con hojas de lechuga.
El empresario, ex candidato a la Presidencia del Austria, ha logrado en los últimos años una gran publicidad al invitar, siempre a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero, a una personalidad de fama internacional a su palco en el Baile de la Opera.