Una madre kazaja perturbada mantuvo el cuerpo momificado de su hija en su apartamento durante tres años con la esperanza de que fuera resucitada por alienígenas, ha dicho la policía.

La portavoz de la policía Nina Tsys dijo a Reuters por teléfono desde la ciudad de Pavlodar en el norte de Kazajistán que se creía que Olga, de 27 años, murió de una enfermedad autoinmune después de que su madre no consiguiera - o rechazara - solicitar ayuda médica.
Añadió que el primo de Olga, preocupado por su larga ausencia, había tratado de verla repetidamente, pero la madre siempre le impidió entrar esgrimiendo varios pretextos. Finalmente la policía irrumpió en la vivienda y realizó el dantesco descubrimiento.

"Creemos que murió de causas naturales, aunque debido al largo tiempo que ha pasado, no podemos asegurarlo en absoluto", dijo Tsys. "Al menos no encontramos signos de vandalismo", añadió.

El popular diario kazajo Vremya publicó una foto del cuerpo momificado, con extremidades mustias y piel seca, sobre una cama simple en el piso de esta ciudad industrial.

Vremya sugirió que la madre - una ex enfermera - podría haber sabido cómo tratar el cadáver para conservarlo.

Tsys dijo que la madre parecía estar influida por una secta que predica la "cosmología" que promete la resurrección de su hija con la ayuda de "un tercer ojo cósmico" o por alienígenas.

Añadió que la madre estaba sometiéndose a revisiones médicas en una clínica psiquiátrica. Los restos de la hija han sido enterrados.