Buenos Aires, 26 ago (EFE).- Un recluso apodado El Gordo evitó con su propio cuerpo, aunque involuntariamente que 23 compañeros de prisión se fugaran de una dependencia policial en la ciudad argentina de Rosario, informó hoy la prensa local.
Aprovechando la ausencia de la mayor parte de los agentes de la subcomisaría 24 de Rosario, que habían salido a investigar un ROBO, los detenidos en ese lugar rompieron una claraboya con el evidente fin de escapar ayer, lunes.
Por la abertura habían salido ya cinco de los 29 presos en fuga cuando para desgracia de los que esperaban le tocó el turno a Roque Vivas, de 29 años y más de cien kilos de peso.
Vivas, procesado por asalto a mano armada, quedó atascado en la claraboya y se convirtió así en un "tapón" para los otros 23 presos que aun no habían alcanzado la libertad.
"Para bajarlo hubo que usar un cortafrío y romper el hormigón, porque un pedazo de hierro se le había clavado en la espalda", dijo una fuente policial.
En el momento de la fuga, sólo había en la subcomisaría tres agentes.