PEKIN, Set 29 (AFP) - Tres días de orgía entre cientos de turistas
japoneses y prostitutas locales en un hotel del sur de China provocaron este
lunes nuevas fricciones entre Pekín y Tokio, al tiempo evidenciaron una cierta
hipocresía sobre una industria del sexo en plena expansión en el país de Mao.
El gobierno chino pidió a Japón que enseñe a sus súbditos a comportarse
mejor y condenó como "extremadamente odiosa" el maratón sexual que se llevó a cabo del 16 al 18 de septiembre en un hotel de gran lujo de Zhuhai, en la provincia meridional de Guangdong.
Circunstancia agravante, la orgía culminó el día del 72 aniversario de la
invasión japonesa de China, en 1931, un pasado que continúa oponiendo a los dos grandes países de extremo oriente más de medio siglo después del final de la guerra.
El incidente desató el furor de los medios informativos oficiales chinos y
la indignación de los internautas en un país donde la prostitución es ilegal.
El hotel fue cerrado temporalmente y se inició una investigación.
Varias personas ya fueron detenidas y la policía lanzó una operación
"ciudad limpia" en los lugares de placer que hasta entonces atraían a turistas
llegados de toda la región. "Lo que ocurrió es odioso", dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Kong Quan. "Los extranjeros deben respetar las leyes chinas.
Esperamos que el gobierno japonés velará por mejorar la educación a este
respecto", agregó.
En la prensa abundan relatos donde aparecen los sentimientos antijaponeses
de chinos que se declaran convencidos de que la fecha de la orgía fue elegida
especialmente para humillar a China.
Según testimonios citados por los diarios, los turistas, unos 400 japoneses
de edades comprendidas entre los 16 y los 37 años, no ocultaron haber ido a
Zhuhai con un fin bien preciso.
El Zhuhai International Convention Center Hotel estaba lleno de hombres
manoseando sin verguenza a las prostitutas en los ascensores y los corredores.
Las puertas aparentemente fueron dejadas abiertas y se podía ver, y
escuchar, hasta tres o cuatro chicas por habitación ocupadas con los clientes.
Los medios informativos explicaron que el servicio comercial del hotel
organizó la fiesta y que la responsable de la sala de fiestas del
establecimiento ubicó a las chicas en los numerosos clubes, bares de karaoke y
otros lugares calientes de Zhuhai donde la policía hizo redadas durante el fin
de semana.
El incidente también recordó que las relaciones entre China y Japón seguían
siendo sensibles debido al pasado.
Más de 65.000 mensajes fueron enviados a una página de Internet china para
denunciar un atentado contra el honor nacional, y ciertos internautas llamaron
al boicot de los productos japoneses.
No obstante, entrevistas con responsables del hotel sugieren que la fecha
de la orgía fue una pura coincidencia, pues no es la primera vez que se
organizaba turismo sexual para los japoneses.
Aunque Japón es hoy el mayor socio comercial de China, el recuerdo de las
atrocidades cometidas por su ejército imperial en China en los años 1930,
incluidas las violaciones y la esclavitud sexual, siguen presentes.
Pero la reacción china no está exenta de hipocresía. El tono escandalizado
de las autoridades no debe hacer olvidar que las ciudades del sur de China
tienen una sólida reputación entre los aficionados a las orgías provenientes
del resto del país, de Taiwán y de Hong Kong.