Varsovia, 21 nov (EFE).- Un grupo de jóvenes y atractivas profesionales que, vestidas sólo con ropa interior, cortan el pelo y arreglan la barba y el bigote, se han convertido en una de las mayores atracciones para los varones de la ciudad polaca de Wroclaw.
Ante la crisis que padecen las peluquerías para caballeros dos ingeniosos empresarios, Dariusz Hareza y Zbigniew Walenty, decidieron abrir un local en el que los clientes serían atendidos por chicas jóvenes y bonitas vestidas sólo con sujetador y diminutas braguitas.
"Bueno, las chicas tendrán que ponerse también una combinación corta, porque el departamento de Sanidad de la ciudad nos ha exigido que usen ropa de protección, pero garantizamos que será una prenda transparente, para que no impida apreciar los encantos de nuestras chicas", declaró hoy a EFE Hareza.
"Abrimos la peluquería el pasado lunes, después de tres meses de búsqueda de profesionales, porque necesitábamos, ante todo, que supiesen cortar el pelo bien, luego que fuesen jóvenes atractivas y, por último que estuviesen dispuestas a trabajar casi desnudas", añade el copropietario de la peluquería.
A las tres chicas empleadas en la peluquería, todas muy guapas, no les molesta trabajar con tan escaso atuendo, porque, como afirma una de ellas, Katarzyna, de 20 años, no trabaja del todo desnuda.
Además, se sienten bien protegidas, porque saben que nadie puede abusar de ellas ni propasarse, ya que los clientes están constantemente controlados por vigilantes de aspecto muy peligroso.
"Hasta ahora no hemos tenido todavía ni un solo caso de ese tipo y esperamos que no se producirán, porque nuestra peluquería nada tiene que ver con un club de alterne", explicó Hareza.
El empresario afirma que, en realidad, advierte que son los clientes los que se sienten bastante cohibidos cuando aparecen las peluqueras tan ligeramente vestidas.
La peluquería de Wroclaw no es cara, porque por el lavado de la cabeza y el corte de pelo hay que pagar 30 zlotys (unos 7,5 dólares), un precio muy competitivo si se tiene en cuenta que comprende, como dice Hareza, "sensaciones ópticas muy particulares".
La peluquería funciona desde hace sólo cinco días y sus propietarios aún no saben si el gran interés que despierta es sólo el resultado de la novedad o de un interés que se mantendrá también cuando los caballeros se hayan acostumbrado a un uniforme tan original.
"Como no queremos que las novias y esposas prohíban a sus parejas visitar nuestra peluquería, hemos decidido asegurar tarifas reducidas a aquellos caballeros que vengan con sus elegidas", dice Hreza.
Los propietarios de la peluquería estudian por el momento cuál es la ropa que causa mejor impresión a los clientes, si prefieren los encajes y cuáles son los colores que más gustan.
"Sí nuestra peluquería tiene un auténtico éxito montaremos otro local igual para señoras, en el que los peluqueros, todos chicos jóvenes y apuestos, trabajarán vestidos sólo con pequeños bañadores", concluye Dariusz Hareza.