Me separé
De repente hay momentos en los que uno se dá cuenta que comparte blog con un energúmeno canallón lamentable, vió.
Así que acá traemos un poco de cordura al asunto. Allá él con su espacio para la putrefacción azul y oro, el exitísmo barato y el cantito poco inspirado.
Y ahora seguimos con nuestra programación habitual.