Científicos checos niegan origen extraterrestre de dibujos de Nazca.
Praga, 25 feb (EFE).- Las rayas y dibujos grabados en la árida planicie de Nazca, en Perú, que han suscitado muchas conjeturas fantásticas, carecen de origen extraterrestre y tienen una explicación racional, según un equipo de científicos checos que ha estudiado detenidamente la región.
El astrónomo Jaroslav Klokocník y el ingeniero Frantisek Vítek, especialista en geodesia, afirman que los supuestos enigmas de las figuras de la planicie de Nazca en ningún caso justifican las teorías extraterrestres que dieron fama al escritor suizo Erich von Daeniken.
Ambos científicos realizaron dos expediciones a la planicie peruana de Nazca y en el número de febrero de la revista checa Vesmír (ESPACIO) resumen sus resultados.
Explican que en la planicie de Nazca hay capas de arena clara, arcilla y yeso cubierta por una de grava oscura y que al retirarse la capa oscura superior queda al descubierto la capa clara inferior.
Ello permitió a los indígenas de la región grabar en ese terreno, entre los años 300 y 1200 de nuestra era, figuras de animales, como el colibrí, el cóndor, el mono y la rana, así como figuras geométricas y líneas geográficas que se extienden sobre varios kilómetros.
El equipo científico checo subraya que en la planicie de Nazca las precipitaciones son muy escasas y por eso las misteriosas figuras han podido conservarse hasta hoy día.
Algunas de las líneas que aparecen en Nazca están relacionadas con la astronomía e indican donde sale y se pone el sol, los días de solsticio y quizás se refieran también a las fases lunares, aseguran los expertos.
Sin embargo, difícilmente pueden indicar la posición de estrellas o de planetas ya que de noche no se pueden ver.
Tras haber realizado investigaciones en el lugar, ambos científicos checos llegaron a la conclusión de que las rayas grabadas en la planicie de Nazca y los puntos de cruce forman una especie de red geodésica que facilitaba a los viajeros la orientación.
Una de las figuras especialmente enigmáticas es el llamado "Astronauta", de 30 metros de altura, grabado en la ladera de un cerro y que, según la interpretación de Erich von Daeniken, representaría para los antiguos pobladores de la región a un extraterrestre.
Frente a la teoría del astronauta, los científicos checos aseguran que la imagen representa en realidad a un pescador que sostiene una red y a cuyos pies aparece dibujado un pez.
Las investigaciones arqueológicas han puesto en evidencia, además, un intenso intercambio de productos entre la costa y las montañas y el pescado fue uno de los productos de intercambio más importantes.
Klokocník y Vítek destacan en su estudio que una parte de los arqueólogos locales han aceptado su hipótesis y coinciden en que la figura del pescador servía para la orientación y el pez simbolizaba prosperidad.
Los expertos checos afirman que tampoco resiste a un análisis crítico la hipótesis de los amantes de los enigmas de que algunos enormes triángulos y cuadrángulos no hayan sido grabados por seres humanos y que se deban a los extraterrestres que habrían tenido en la planicie de Nazca sus pistas de aterrizaje.
Las mediciones realizadas por los científicos checos durante su expedición a Perú el año pasado revelaron que cien personas habrían podido crear una figura de tamaño medio en pocos días y la creación de figuras de colosales dimensiones requerirían como mucho un año.
Las asombrosas figuras de animales y enormes figuras geométricas de la planicie de Nazca son, por lo tanto, fruto de un esforzado y agotador trabajo sin mecanización alguna, opinan los científicos checos Jaroslav Klokocník y Frantisek Vítek.