Santiago de Chile, 3 mar (EFE).- La suite presidencial de un hotel de cinco estrellas, una cancha de gol cerca del mar y una limusina a su disposición las 24 horas del día forman parte de las peticiones que el rockero Roger Waters, ex bajista de Pink Floyd, hizo a los organizadores de su concierto del próximo martes en Chile.

La presentación del músico, con su propia banda, es la segunda de la una gira mundial que comenzó el pasado jueves en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y es aguardada con expectación por los nostálgicos de Pink Floyd. que le consideran el "cerebro" del grupo que lideró Sidf Barret.
Waters, de 59 años, ha desarrollado una carrera de solista que incluye cinco producciones: "The pros and cons of Hitchhiking" (1984), "Radio K.A.O.S" (1987), "The Wall lives in Berlin" (1990), "Amused to death" e "In the Flesh" (2000).
Los organizadores del concierto en Chile señalaron que se han vendido unas 30 mil entradas para el espectáculo, que se presentará en el Estadio Nacional, de la capital chilena, donde se espera que Waters llegue este domingo.
El rockero llegará junto a una comitiva de 37 personas, de las que diez son músicos, uno de ellos su hijo, el tecladista Harry Waters, de 25 años.
Para el día del concierto, Waters pidió en el vestuario, además de cien toallas blancas, un surtido de toda clase de frutas frescas, jugos naturales de naranja y arándano, dieciocho cajas de bebidas gaseosas light, cerveza en botellas de cuello largo y agua mineral de una marca específica.