Miércoles 13 de Marzo, 2002
No tienen lugar para las cubetereas
:: Ordenan inhumación matrimonio cuyos cadáveres fueron congelados

París, 13 mar (EFE).- La justicia francesa ordenó hoy la inhumación de un matrimonio cuyos cadáveres fueron congelados con la idea de intentar devolverles a la vida en un futuro gracias a los progresos de la ciencia. El Tribunal de Gran Instancia de Saumur (oeste de Francia) autorizó al prefecto de la zona a entrar en el castillo donde están los cuerpos y recurrir a la fuerza pública para proceder a la inhumación de los restos del médico Raymond Martinot y su esposa, Monique.

Cuando en 1984 Monique falleció a los 49 años, su marido, partidario de la criogénesis y convencido de que un cuerpo conservado a una temperatura constante de -60 grados puede ser devuelto a la vida, llevó a cabo esta práctica con los restos de su esposa sin comunicárselo a las autoridades. El doctor inscribió en los muros de la cripta del castillo el protocolo para poder reanimar a su mujer y su deseo de ser congelado cuando muriera. En febrero pasado, Martinot falleció y, conforme a su voluntad, su hijo Remy le inyectó un anticoagulante antes de trasladar sus restos al castillo y depositarlos en un refrigerador junto a los de Monique. El doctor Martinot hizo construir con este fin un arcón refrigerador en 1974, sin imaginar que sería su mujer la primera en fallecer. "He respetado la última voluntad de mi padre. En 1984 congeló el cuerpo de mi madre porque creía que la ciencia, un día u otro, podría devolverla la vida. A su muerte deseó ser congelado cerca de ella, lo que yo hice. La última voluntad de una persona es sagrada", afirma Remy Martinot. Remy no descarta incluso trasladar los cuerpos de sus padres a Estados Unidos, donde en algunos estados se permite la conservación de cadáveres congelados. Según el abogado que representa a la Prefectura, no se puede calificar de entierro depositar un cadáver en un congelador, algo que "es ilegal y no puede permitirse". Por el contrario, el letrado de Remy Martinot asegura que la ley no habla de la congelación de cuerpos y que esta forma de "enterramiento" no atenta contra el orden y la higiene pública. La legislación francesa establece que todo cadáver debe ser inhumado o incinerado en un plazo máximo de seis días después del fallecimiento. Hace dos años, un tribunal de Burdeos (suroeste de Francia) rechazó los intentos de dos hermanos de mantener congelado el cadáver de su madre.

Publicado por lestat el 13 de Marzo a las 02:42 PM


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