LONDRES (AP) Es más probable el nacimiento de una niña si uno de los miembros de la pareja fumaba mucho en la época de la concepción.
Normalmente, nacen más niños que niñas; casi 52% de los bebés que nacen en el mundo son varones. La cifra tiende a equilibrarse en años posteriores de la vida porque las mujeres tienden a vivir más.
Algunos científicos consideran que la proporción de nacimientos niño-niña es un indicador de la salud de la población porque el esperma y los embriones masculinos son más frágiles que sus contrapartes femeninos. El número comparativo de hombres ha descendido en varias naciones industrializadas en unas pocas décadas y los investigadores sospechan que las sustancias tóxicas podrían ser uno de los factores.

Un estudio, publicado esta semana en la revista médica The Lancet, es el primero que lanza la hipótesis de que el consumo de tabaco puede desempeñar un papel en el fenómeno.
``Probablemente es correcto. Se ajusta a lo que ya es conocido sobre ciertas exposiciones, ciertamente en los varones'', dijo el médico Henrik Moller, quien ha realizado estudios extensivos sobre proporción de los SEXOs, pero que no intervino en el más reciente estudio.
La proporción entre los sexos es aquella entre mujeres y hombres dentro de una población específica. Se expresa como el número de hombres por cada 100 mujeres.
La proporción entre los sexos en el nacimiento es, en casi todos los países, de 104 a 106 hombres por cada 100 mujeres. Fluctúa estrechamente de vez en cuando en algunas áreas, pero la tendencia general en los pasados 20 años ha sido a la baja.
``El descenso es absolutamente minúsculo, pero está allí. Es genuino'', dijo William James, investigador de University College, en Londres, y que también ha estudiado esa proporción.
La población de varones ``ha descendido en casi todas las naciones desarrolladas. En Estados Unidos ha bajado entre la población blanca, pero ha subido entre la población negra'', dijo James, quien no intervino en el estudio. ``Ha descendido en ciudades de Italia, pero ha aumentado en las provincias. Está registrando fluctuaciones, y yo creo que nadie sabe por qué''.
Moller, quien es profesor de Imperial College, en Londres, dijo que no hay manera de comprobar diferencias entre la influencia del consumo de tabaco por la madre o por el padre para determinar el sexo del bebé. Tampoco se conoce la forma en que el tabaco ejercería su influencia.
Sin embargo, los expertos plantean la hipótesis de que las células del esperma que transportan el cromosoma Y, que condiciona el nacimiento de varones, son más sensibles al daño causado por el tabaco, que las células del esperma que llevan el cromosoma X.