Londres, 3 jul (EFE).- Si antes era tan lenta como sus congéneres quelonios, Tina -que perdió una pata trasera al ser atacada por un depredador- se ha convertido ahora en una de las tortugas más rápidas del mundo tras implantársele una rueda protésica.
El animal, de 50 años, es una de las atracciones del Longleat Safari Park del condado de Wiltshire (sur de Inglaterra), y llegó a caer en una depresión y padecer trastornos alimenticios por la pérdida de la extremidad.
Fue entonces cuando los responsables de dicho parque temático acudieron al diseñador Simon England, del Centro de Modelismo del cercano condado de Somerset, quien fabricó una pequeña rueda cuyo eje fue insertado bajo el caparazón de Tina.
"Hemos diseñado el eje de tal manera que a la rueda se le pueden poner distintos tipos de neumáticos para que se adapte a diferentes superficies, aunque la rueda es todoterreno", dijo England.
Según el cuidador del animal, Darren Beasley, la curiosa prótesis ha devuelto las ganas de vivir a Tina: "al principio, no comía y apenas se movía, pero ahora es la primera en levantarse por la mañana para recibir comida".
"Es impresionante -añadió Beasley- verla subir y bajar pequeños montículos". De ahí que el personal del Longleat Safari Park haya bautizado a Tina como la tortuga "turbo".