Ginebra, 3 jul (EFE).- Un profesor suizo de 27 años ha recorrido en patinete los mil kilómetros que separan la localidad helvética de Lutry de la ciudad española de Barcelona, en un viaje plagado de riesgos que ha durado dos semanas.
Gregoire Escoffey salió de Lutry el pasado 2 de junio en dirección a Barcelona para cumplir un viejo sueño de infancia sobre una trottinette (versión moderna del tradicional patinete), equipado con una mochila y con el único lujo de un teléfono móvil por si surgía alguna complicación.
Escoffey, que no es un deportista habitual, tuvo que superar dificultades imprevistas y correr algunos riesgos no calculados, como circular en carreteras sin arcén, a 50 kilómetros por hora y rodeado de camiones que le pitaban sin parar por su arriesgada actividad.
Lo más duro, sin embargo, fueron la incesante lluvia y las inundaciones que debió superar a su paso por Isere (sur de Francia), que le obligaron a refugiarse tres noches en un hotel.
Durante el resto del viaje, durmió en una ligera tienda de campaña, bebió agua de fuentes naturales o ríos y disfrutó "de unos momentos de libertad impagables".