Tokio, 7 abr (EFE).- Japón festejó hoy el "nacimiento" de uno de sus héroes del cómic, el niño robot Astroboy, creado hace medio siglo por Osamu Tezuka y cuya lucha contra el mal y la injusticia ha servido para popularizar el "manga" japonés en todo el mundo.
El 7 de abril de 2003 era esperado por esa gran mayoría de japoneses adultos que crecieron en las décadas de los 50 al 70 con los tebeos y los dibujos animados del pequeño androide, ya que, según la trama futurista del cómic, esa es la fecha en la que Astroboy es "creado" en los laboratorios de un ficticio ministerio de ciencia del barrio tokiota de Takadanobaba.
Conocido en Japón como "Tetsuwan Atomu" (átomo brazo de hierro), el pequeño personaje de grandes ojos y pelo engominado, cuyas piernas son dos potentes cohetes de reacción, fue publicado por vez primera en las tiras del cómic Shonen en 1951 y pasó a las pantallas de televisión japonesas doce años después, haciendo famoso su puntiagudo flequillo.
Osamu Tezuka, fallecido en 1989, dibujó a Astroboy como la obra mecánica que un atormentado científico, el doctor Tenma, construyó con corazón humano para sustituir a su hijo fallecido, pero acabó vendiéndolo a un circo al aburrirse de él porque no lo veía crecer.
Astroboy fue rescatado por otro científico, el doctor Ochanomizu, regordete y de pronunciada nariz que le ganó en EEUU el sobrenombre de Doctor Elefante, quien además creó para él una familia androide, con padres, su hermano Cobalto y su hermana Uranita para las historietas del cómic que hacían las delicias de los jóvenes de entonces.
En el museo Tezuka, de la ciudad de Takaratsuka (provincia de Hyogo) tuvo lugar esta mañana la representación del "nacimiento" de Astroboy, en el que se despertó en la cápsula en la que estaba durmiendo.
"Gracias a todos, he podido despertar con el poder que he me habéis dado", dijo la voz grabada del personaje en una escenificación cuyos detalles fueron presenciados por centenares de fans del personaje llegados hasta allí desde todas partes de Japón.
En Tokio, la estación del tren de Takadanobaba, sede del ficticio laboratorio en el que se construyó el robot, adoptó la música de sus dibujos animados como el silbato para anunciar la llegada y partida de los trenes, y ayer domingo fue escenario de un desfile popular de disfraces de Astroboy en el que participaron centenares de personas.
El niño robot fue nombrado hoy embajador especial futurista y mascota para actos del barrio de Shinjuku, mientras que en otra ciudad de la vecindad de Tokio, Niiza, donde la compañía de su creador, Tezuka Productions, mantiene un estudio, lo hicieron ciudadano adoptivo.
Un portavoz del ayuntamiento definió a Astroboy como "héroe eterno" y destacó lo idóneo del personaje para hacer de mascota ciudadana, debido a su elevado sentido de la justicia y el deber, así como su altruismo y dedicación desinteresada en favor de los necesitados.
Para aprovechar el "boom" entre los japoneses maduros y sentimentales, la cadena de televisión Fuji lanzó ayer una nueva serie de dibujos animados Astroboy que muestra los conflictos de un mundo en el que conviven los robots y los humanos.
La productora de la nueva serie es Sony, que espera convertirla en un nuevo éxito que continúe los logrados por Pokemon, Power Rangers, Doraemon y HamuTaró, héroes japoneses de los niños de todo el mundo.
Los comerciantes también echaron mano de Astroboy en un intento de mejorar y salir de la crisis económica que desde hace una década sufre el país, especialmente en las panaderías y reposterías, en cuyas estanterías abundan ahora los robots de chocolate y muñecos del popular cómic.
Las televisiones y los periódicos dedicaron notables espacios para celebrar el "nacimiento" de Astroboy, el niño robot capaz de hablar sesenta idiomas y sentir la bondad y maldad humanas, que labró los sueños de la mayoría de los adultos japoneses de hoy.