Puerto Príncipe, 7 abr (dpa) - Luego de siglos de sobrevivir marginalmente e incluso después de haber sido prohibido, el vudú obtuvo hoy su status legal como religión en Haití, al ser considerado como un elemento esencial de la idiosincrasia nacional.
El vudú es una religión ancestral, un elemento esencial de la identidad nacional, según una resolución suscrita por el presidente Jean Bertrand Aristide para reconocer jurídicamente a los ritos traídos de µfrica del Oeste por los esclavos durante la colonia francesa.
El documento, difundido este lunes, explica que el reconocimiento oficial del vudú por parte del gobierno y del Ministerio de Cultos tiene como meta que los ministros de esa religión puedan solicitar apoyo y protección a las autoridades.
Es una buena noticia para los practicantes del vudú, que durante siglos fueron marginados y discriminados, expresó la intelectual Evrony Auguste, una de las promotoras del rescate y reivindicación del vudú.
La resolución de Aristide explica que para que entre en marcha el reconocimiento oficial debe ser creada una ley sobre el status de jurídico de la religión que habilite a los ministros, organizaciones y asociaciones del vudú registrarse ante el Ministerio de Cultos.
El reconocimiento legal del vudú se produjo como parte de los actos previos al bicentenario de la independencia nacional. Haití se convirtió el 1 de enero de 1804 en la primera república negra del mundo y en el primer país independiente de América Latina y el Caribe.
Aristide también emitió una resolución para consagrar al 2003 como Año de Louverture, como parte de la conmemoración del bicentenario de la muerte de Francois Dominique Toussaint Louverture, uno de los héroes nacionales que fomentaron le emancipación negra de 1794 y que impulsó la independencia haitiana.
La difusión de ambos resoluciones para reconocer al vudú como religión y para declarar al 2003 como Año de Louverture fueron difundidas este 7 de abril, cuando los haitianos conmemoraron el segundo centenario de la muerte de Louverture.
Como parte de los actos, Aristide, un ex sacerdote católico, y su esposa depositaron hoy una ofrenda floral en el Museo del Panteón Nacional, donde fueron incinerados de forma simbólica los restos de Louverture, quien murió en Francia en 1803.