Rio de Janeiro, 12 de marzo (Télam-SNI).- Una inocente inspección para detectar el mosquito del dengue en cascos de navíos abandonados en la bahía de Guanabara, Brasil, llevó al descubrimiento de verdaderos arsenales al servicio de narcotraficantes que operan en distintas favelas cariocas y tienen conexiones internacionales.

Según el comisario Carlos de Oliveira, jefe de la División de Represión a Armas y Explosivos (Drae) de la Policía Federal (PF), en cuatro de las 27 embarcaciones abandonadas e inspeccionadas fueron hallados "sorprendentes stocks de armas y municiones contrabandeadas y vendidas a narcotraficantes instalados en favelas contiguas a la bahía".
"Las armas son del mismo tipo de las halladas en poder de traficantes y producidas por las fábricas Wolf y Tula, rusas, y Sellier Belloti, checa, indicio de que la mafia rusa está por detrás de ese contrabando", añadió.
En este sentido, el funcionario policial explicó que el Este europeo está enviando muchas armas a América del Sur a través de una ruta que pasa por Jordania, Península Ibérica, Suriname, Colombia, Paraguay y finalmente San Pablo y Río de Janeiro.
El comisario resaltó que "Paraguay es la gran puerta de entrada de armas y munición contrabandeadas al Brasil, donde la fronteriza Foz de Yguazú es un punto clave para la operación".
Oliveira advirtió que "hoy en día, el contrabando de armas es un delito cuyo combate precisa la unión de las policías de varios países además de agentes especializados y permanentemente actualizados".