Mujer denuncio a quinielero por "robarle números en sueños"
Comodoro Rivadavia, 18 de marzo (Télam).- Una mujer que dijo ser vidente denunció ant la policía a un quinielero dla ciudad santacruceña de Las Heras de "meterse en sus sueños para robarle los números" que iban a salir en futuras jugadas, y amenazó al hombre con quemarle su vivienda y vehículo, y ahora el insólito caso está en manos de la Justicia.
El caso ocurrió en Las Heras, en el norte de Santa Cruz, una población de 10 mil habitantes que vive del petróleo.
Allí la vecina Silvia Inés Umile -quien asegura que es vidente-, denunció a Angel Fernández, un quinielero que hace 40 años se dedica a la venta de juegos de azar, de usurparle los números que la mujer "sueña que van a salir en futuras jugadas".
Umile denunció el extraño hecho en la comisaría de Las Heras y lo hizo público a través de una radio local, que el agenciero Angel Fernández aparece en sus sueños "para robarle los números" que la vidente "sueña que van a salir al otro día o en futuras jugadas".
En la exposición policial efectuada en la comisaría de Las Heras la vidente sostuvo que "un grupo de sujetos adiestrados en un curso para leer la mente, emplearon prácticas con el objetivo de introducirse en los sueños de quienes podrían visualizar números ganadores en la quiniela".
Y agrega: "El hostigamiento e intromisión en los sueños es contínuo, de manera tal que la falta de descanso afecte al sistema nervioso, provoque alteraciones físicas y laborales y en casos extremos, se llegue al suicidio y la muerte".
La denunciante dice seguidamente que como una de las personas afectadas, descubrió "hace cuatro meses, a los gestores de estas prácticas con un grito, solicitando el número ganador, y como respuesta obtengo el nombre de (Angel) 'Gelu' Fernández", agente oficial de Quiniela de la provincia de Santa Cruz.
"Para mí no es ninguna vidente, es una loca que anda suelta, que amenazó a mi familia y anda enchastrando con pintadas las paredes de la casa de mis familiares", dijo ofuscado a Télam el quinielero Fernández, no sin antes acusar al periodismo de andar "dandole cartel a esta mujer, llamándola vidente".
Pese a su enojo, Fernández confirmó que denunció a Umile en la policía, "pero no hicieron nada. Esta mujer amenazó además con incendiar mi casa y el auto. Es una loca que anda suelta por Las Heras", reiteró.
Desde el Juzgado Penal de Pico Truncado se informó a Télam que además de la denuncia de Umile, hay otra en el Juzgado Civil a cargo de la jueza Graciela Ruatta de Leone, "un trámite de protección hacia Angel Fernández", por las amenazas de la mujer.
En tanto, vecinos de Las Heras comentaron a Télam que lo curioso del caso es que pese a sus dotes de supuesta vidente, Umile "nunca acertó a la quiniela", y Fernández "hasta llegó a fiarle apuestas" cuando la mujer no tenía plata para jugar.
El caso de la supuesta vidente santacrucena incrementa la serie de casos de personas que sueñan números ganadores de sorteos o apuestas fijas en hipódromos.
Las personas que "ven" en sus sueños cifras ganadoras de fortunas o el caballo ganador de una carrera en el hipódromo, parecen desafiar las leyes de los juegos de azar, y hasta han dejado sorprendido al más fiel de los discípulos de Sigmund Freud.
Según la teoría del 'padre del psicoanálisis', "los sueños representan deseos inconscientes, que las personas quieren satisfacer", como por ejemplo, sacarse el Loto, el Quini o la Quiniela. Pero los especialistas de la mente, dicen que "por tratarse de una actividad inconsciente, en los sueños no se da una intención lucrativa".
Al respecto, la psicología mundial recoge varios casos, como la de un tal John Williams, que era enemigo público del juego y la bebida, pero un día despertó y en su mente rondaban dos nombres de caballos que había soñado: "Hyperion y King Salmón".
Williams no creía en los sueños, pero comentó el caso a dos amigos suyos, quienes horas más tarde se fueron al hipódromo y apostaron unos dólares a los caballos soñados que finalmente se consagraron ganadores.
Los sueños con caballos, dinero y fortunas son cotidianos y tan antiguos como la tierra, aunque no siempre el soñador logra hacerse rico pese a que lo soñado luego se haga realidad.
Lo cierto es que la justicia investiga el hecho, existen denuncias con nombre y apellido, hay varias amenazas y también un quinielero temeroso por la determinación que pueda tomar la extraña vecina de Las Heras.