San Francisco (EEUU), 11 abr (EFE).- Corren malos tiempos para algunos inventos, y si no que se lo pregunten al hombre de negocios chino que causó un gran revuelo en el aeropuerto de San Francisco por una singular creación: un calentador de calzado que la policía destruyó pensando que era una bomba.
El empresario, procedente de Shanghai (China), fue detenido ayer en el Aeropuerto Internacional de esa ciudad californiana cuando los guardias de seguridad descubrieron unas baterías y cables en los zapatos.
Pero, según confirmaron hoy las autoridades, lejos de portar una bomba, el pasajero llevaba una muestra de su invento, un calentador de zapatos.
Los guardias observaron las baterías y los cables cuando el pasajero se acercaba a la terminal número 75 de la compañía United Airlines para tomar un vuelo a Nueva York, según informó el portavoz del aeropuerto, Ron Wilson.
Las autoridades evacuaron inmediatamente la terminal e interrogaron al hombre, pero éste apenas hablaba inglés y no pudo explicar cómo se desconectaban las baterías ni en qué consistían los cables.
La policía lo dejó en libertad cuando comprobó que se trataba de algo inocuo, pero aún así destruyó el invento.
Por otro lado, el senador por Virginia George Allen no llegó a quedarse descalzo pero puede que la próxima vez decida, como el hombre de negocios chino, viajar con otro tipo de calzado.
Allen se lamentaba hoy de que en un viaje desde la capital estadounidense hasta Los Angeles tuvo que enfrentarse a la nada fácil tarea de desprenderse de sus botas de "cowboy" en dos ocasiones.