Londres, 4 sep (EFE).- El misterio del Yeti podría resolverse si se confirma que los dos pelos encontrados por un grupo de exploradores británicos en la isla indonesia de Sumatra pertenecen al legendario "hombre de las nieves".
Aunque numerosos alpinistas y aventureros dicen haber visto al Yeti en las inhóspitas estribaciones del Himalaya, los expertos británicos creen que este animal mítico ha vivido -quizás viva aún- en Sumatra.
Según el folclore de la isla indonesia, los lugareños se refieren a esa criatura como el "Orang Pendec" o "pequeño hombre de los bosques", un ser que, según los exploradores, podría pasar muy pronto del mito a la realidad.
Y es que los británicos Andrew Anderson, Adam Davies y Keith Townley, expertos en criptozoología o ciencia de los animales ocultos, han descubierto dos cabellos de color naranja sin parangón en el mundo animal que pueden ser del "Orang Pendec".
En principio, el hallazgo tiene que ver con la descripción que los nativos de Sumatra dan del "pequeño hombre de los bosques": una criatura de algo más de metro y medio de altura, con andares muy parecidos a los del ser humano y pelo, precisamente, anaranjado.
"Todos los testimonios indican que camina como un hombre. Esto tiene muchas implicaciones antropológicas, dada la gran especulación que existe sobre la evolución del ser humano y podría ser una prueba viva de cómo ha evolucionado el hombre", dijo Davies.
El descubrimiento no es broma: el reputado científico australiano Hans Brunner, de la Deakin University de Melburne, está analizando los cabellos y, hasta el momento, no ha encontrado similitud alguna con ninguna especie.
"Por ahora, he deducido que los dos pelos que tenemos son diferentes a los de las especies con las que he establecido comparaciones. Si no aparece nada similar, diría que estamos ante un animal que aún no conocemos", comentó Brunner.
El científico ha contrastado las pruebas aportadas por los exploradores británicos con el cabello de orangutanes, chimpancés, gorilas, osos, el mono de la hoja roja, macacos, tapires y hasta con los humanos. Pero no ha encontrado parecido alguno.
El profesor de zoología y experto en primates de la Universidad de Camberra Colin Groves ha participado en las investigaciones para examinar las fotocopias digitales de unas huellas que Sanderson, Davies y Townley atribuyen al Yeti de Sumatra.
Prudente, Groves ha prometido no publicar los resultados de su investigación hasta que Hans Brunner no divulgue sus conclusiones finales, aunque ya ha confirmado a los tres expedicionarios que van a ser "buenas noticias".
Si Brunner y sus colegas demuestran finalmente que el Yeti existe, ello reavivará el debate sobre el llamado "eslabón perdido" entre el hombre y los primates.
"El mundo científico -aseguró Adam Davies- ha estado esperando los resultados de estas pruebas y esto puede revolucionar a toda nuestra comunidad".
La leyenda del "hombre de las nieves" procede de tiempos remotos y ha sido una auténtica obsesión para aventureros y científicos de todo el mundo y de todas las eras.
Algunos de esos intrépidos "busca-Yetis" han perecido en el intento: el último fue el zoólogo español Jordi Magraner, de 35 años, asesinado el pasado agosto en Pakistán, al parecer por un criminal o criminales que quisieron robarle.
Apasionado por la criptozoología, el experto español había recaudado dinero y material para buscar en el noroeste paquistaní los vestigios del "hombre de las nieves", llamado "Barmanu" en esa región.
A Jordi Magraner, la obsesión por el Yeti le costó la vida.